Actualmente como sociedad, estamos experimentando cambios trascendentes para la humanidad y el planeta. Son tiempos donde las formas de hacer y ejecutar acciones, como también las modalidades de trabajo están siendo impulsadas a adaptarse a las nuevas tecnologías y con más enfoque hacia la inteligencia emocional y colectiva.

Viéndolo desde las organizaciones y los trabajadores, este cambio está siendo cada vez más evidente, ya que se está produciendo la transición de estructuras piramidales hacia organizaciones holomidales o globales. Un nuevo desafío para los líderes que basaban su labor en viejos esquemas mentales, los cuales muy constantemente les llevaron a ejercer la última palabra o decisión, sin integrar ejes de trabajo colaborativo, funcional, efectivo y emocional.

Una persona que decida ejercer el liderazgo dentro de una organización, tiene por delante la tarea de integrar una formación constante, como también un trabajo de autoconocimiento y de automejora, para así poder ofrecer y compartir lo mejor de si, y de sus herramientas al equipo con el que se vincule. Así podrá transformarse en un referente inspirador para efectuar logros en conjunto.